Aquí aprenderás que es la salud holística, porque decidir vivirla y cómo hacerlo
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Las hormonas son mensajeros químicos que comunican a las células entre sí. Actúan como llaves para cerraduras localizadas en diferentes órganos del cuerpo. Cuando estas llaves son accionadas, se inician procesos que afectan el crecimiento, el metabolismo, la reproducción e incluso el estado de ánimo.
El estrógeno es una hormona necesaria para subsistir y mantener la salud femenina y masculina. Su principal función es preparar a la mujer para la fecundación, pero también ayuda a controlar el equilibrio de la glucosa y de los lípidos.
El estrógeno también protege los huesos, regula el metabolismo energético, la función cerebral, la ovulación, ayuda al proceso de crecimiento esquelético, la formación de proteínas de la piel y los huesos y distribuye la grasa en el cuerpo. Durante la menopausia se produce menos estrógeno, lo cual puede causar sofocos, cambios vaginales y pérdida de calcio en los huesos.
Son compuestos de origen vegetal provenientes de alimentos como la soja o el té verde que por su similitud estructural con el estradiol (que es el estrógeno más activo y la principal hormona femenina) son capaces de adherirse a las “cerraduras” activadas por esta hormona, reemplazandola en su función de activación de numerosos procesos metabólicos.
Si estás sufriendo síntomas de la menopausia, los fitoestrógenos pueden ayudarte sin exponerte a los efectos secundarios de las terapias hormonales con estrógenos.
Aunque hacen falta más estudios para obtener resultados concluyentes, algunos experimentos en los que se ha administrado suplementos de isoflavonas (un fitoestrógeno proveniente de la soja) indican que estas podrían disminuir la incidencia de sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal.
Las principales fuentes naturales de fitoestrógenos se encuentra en la soja (isoflavonas), en las semillas de linaza (lignanos), y en menor medida en el ajo, el cilantro, la zanahoria, el arroz, el clavo rojo, en frutas como las manzanas o las granada, en el té verde y el café.
Los fitoestrógenos de la dieta se digieren para luego ser transformados por las bacterias en el intestino. Estos a su vez ayudan a que se mejore la microbiota intestinal, debido a que son el alimento que necesitan las bacterias para vivir. Para obtener los beneficios de los fitoestrógenos en los alimentos es importante no solo consumirlos, sino tener una buena salud intestinal para asegurar su absorción.
Una forma fácil de asegurar un buen nivel de absorción es a través de suplementos. En QUANTA hemos escogido este producto que además de isoflavonas de soja tiene Dong Quay (ayuda a regular los periodos menstruales y reducir los cólicos), Barage Oil (aceite nutritivo, fuente de ácido gama-linoléico) y Red clover o trébol rojo (con isoflavonas genisteína con propiedades estrogénicas leves).
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