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En este artículo aprenderás:
El té es la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua. Desde hace más de 4.000 años ha sido usado en China, Japón, la India y África por sus propiedades medicinales, muchas de las cuales son reconocidas actualmente y comprobadas científicamente. Aquí te contamos todo lo que quizás te has preguntado sobre el té verde.
La diferencia es que el té verde se elabora con las hojas más frescas que se ponen al vapor para que no se fermenten, lo cual permite conservar todos los compuestos beneficiosos. La mayor presencia de uno de estos compuestos, los polifenoles, es lo que le da su característico sabor amargo y la mayoría de sus propiedades medicinales. Además contiene teína (la cafeína del té) y otros componentes como minerales (manganeso, cromo, selenio, zinc, entre otros), vitaminas (C, B, E), carbohidratos y enzimas [1], [2], [3].
Su contenido de flavonoides, vitaminas (C y E) y enzimas ofrecen protección contra la muerte celular y los daños en las proteínas, ADN y membranas de las células causados por el humo de cigarrillo, la contaminación ambiental, rayos ultravioleta del sol y la radiación [3], [4]. El té también previene el riesgo de enfermedades cardíacas, Alzheimer, cáncer, el envejecimiento prematuro y equilibra la microflora intestinal al reducir las bacterias “malas” y elevar las benéficas [1], [5], [6], [7], [8], [9].
La inflamación es un proceso normal que ocurre cuando el cuerpo responde a agentes nocivos, microbios, lesiones físicas e infecciones. Pero a veces esos procesos inflamatorios continúan aún después de eliminado el agente nocivo, produciendo enfermedades y tumores. El alto contenido de catequinas (una especie de flavonoides) en el té verde regula la inflamación previniendo trastornos de la piel, tumores, diabetes, desórdenes cerebrales, enfermedades inflamatorias y vasculares como artritis reumatoide, osteoartritis y gota [10], [11], [12], [13], [14], [15], [16], [17].
Las hojas de té contienen cafeína (un estimulante) y L-teanina (un depresor) que trabajan de manera conjunta para regular los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina (controlan el estado de ánimo) y estimular la producción de ondas cerebrales alfa (mejoran
la memoria y concentración) [18]. Un estudio realizado en Japón encontró que la L-teanina mejora la atención, la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas (necesarias para autorregular y controlar el comportamiento) [19]. La L-teanina también ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad al estimular las ondas α que se relacionan con relajación, menor ansiedad, mejor creatividad, aprendizaje y concentración. [18].
Las catequinas presentes en el té verde, reducen la absorción de grasa a través del intestino, las enzimas gástricas y enzimas del páncreas. Como resultado, se disminuye la acumulación de grasa y el peso [20]. Estos efectos positivos son potencializados por su contenido de teanina y cafeína al aumentar la generación de calor en el organismo y el gasto energético y la obtención de energía a través de las grasas [2], [21], [22].
Estudios realizados en China, donde es consumido con regularidad, han demostrado que el consumo frecuente de té verde (1 taza al día o más) durante un año disminuye la presión arterial y, por tanto, el riesgo de desarrollar hipertensión [23]. Su consumo habitual (2 a 3 tazas o más por día) también previene la aterosclerosis [24]. Lo anterior se debe a que reduce los niveles de @colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos en las arterias y protege al revestimiento interno de los vasos sanguíneos contra el daño celular [25], [26]. Además, las catequinas promueven la elasticidad de las arterias y el tono de los vasos sanguíneos [27].
Al tener compuestos antioxidantes, el té verde disminuye los síntomas de infecciones respiratorias e inhibe la replicación de los virus relacionados con la gripe (influenza A y B) y el resfriado común (enterovirus) [28], [29], [30]. Aunque hacen falta más estudios, algunas investigaciones sugieren que tomar 1 a 5 tazas por día de té verde, hacer gárgaras o tomar suplementos de té verde también pueden prevenir estas infecciones [29], [31], [32].
Las catequinas proporcionan efectos preventivos de diferentes tipos de cáncer (de pulmón, mama, esófago, estómago, hígado y próstata) e inhibitorios de la formación de tumores [28], [33]. Se debe a que las catequinas impiden el daño celular por los radicales libres e inducen la muerte de células cancerosas sin afectar las células sanas [34], [35].
En el 2019 se publicó otra investigación donde se encontró que el consumo de té verde
[36]. Aunque hacen falta más estudios, se ha propuesto que el té verde retrasa la aparición de Alzheimer ya que repara el daño neuronal producido por el desgaste relacionado con la edad [37].
La epigalocatequina-3-galato, uno de los principales componentes, imita las funciones de la insulina en el control del azúcar e interviene en la transformación, formación y descomposición del azúcar (metabolismo de la glucosa) [4], [38]. Además evita los daños celulares en la diabetes tipo 2 ocasionados por la inflamación [39].
Para obtener todas las propiedades y un mejor sabor, es importante tener en cuenta su calidad y su preparación. En cuanto a la calidad, hay más compuestos beneficiosos en el té que se prepara con las hojas más jóvenes (lo que se conoce como té blanco), aunque también pueden usarse hojas más adultas. Es importante revisar que sea un té libre de blanqueadores y otros aditivos químicos.
Si quieres preparar el té frío, puedes colocar las hojas o la tisana en agua fría durante 15 minutos. Luego revuelve bien (puede ser agitando dentro de una botella) y refrigerar. También puedes añadir hielo para que esté listo más rápido.
También puedes tomarlo combinado combinado con otras especias. En QUANTA hemos escogido un té verde con stevia que además tiene cardamomo, jengibre, clavo y canela.
El té verde es generalmente considerado seguro. Aún así, no es recomendable si eres alérgico a la cafeína y teofilina. Además puede provocar aumento de la frecuencia cardíaca y taquicardia [40]. Las personas con fallas renales no deben consumir té verde porque contiene aluminio que puede acumularse en el cuerpo y provocar desórdenes neurológicos [3].
Las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia sólo pueden tomar 1 a 2 tazas al día de té verde [41]. En caso de tomar medicamentos (como la aspirina y fármacos para tratar la depresión o ansiedad), consulta primero a tu médico antes de beber té verde debido que pueden reaccionar de forma adversa con sus componentes [40].
[1]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1017/CHOL9780521402149.081
[2]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1080/07315724.2006.10719518
[3]. https://cmjournal.biomedcentral.com/articles/10.1186/1749-8546-5-13
[4]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.5897/JMPR.9001187
[5]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2748751/
[6]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1016/j.freeradbiomed.2011.09.010
[7]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1002/biof.5520130109
[8]. https://www.mdpi.com/2072-6643/11/2/474/htm
[9]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1271/bbb.56.588
[10]. https://sci-hub.se/10.1001/archderm.136.8.989
[11]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5824026/
[12]. https://www.hindawi.com/journals/bmri/2013/412379/
[13]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4844887/
[15]. https://sci-hub.se/10.1016/j.lfs.2013.07.006
[16]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.1016/j.clnu.2016.12.004
[17]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4619967/
[18]. http://www.isnff-jfb.com/index.php/JFB/article/view/200/348
[19]. https://www.liebertpub.com/doi/full/10.1089/jmf.2020.4803
[20]. https://academic.oup.com/ajcn/article/91/1/73/4597200
[22]. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0955286310001609
[23]. https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/fullarticle/217219
[24]. https://sci-hub.se/10.1016/s1047-2797(00)00066-1
[25]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC7240975/
[26]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4322155/
[27].https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2748751/
[28]. https://sci-hub.se/https://doi.org/10.5897/JMPR.9001187
[29].https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC8272076/
[30]. https://sci-hub.se/10.1021/jf901128u
[31]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4866433/
[32]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3049752/
[33]. https://www.mdpi.com/1422-0067/21/5/1744/htm
[34]. http://www.electrochemsci.org/papers/vol12/120706600.pdf
[35]. https://sci-hub.se/10.2174/187152006778226468
[36]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6594801/
[37]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6567241/
[38]. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5481694/
[39]. https://sci-hub.se/10.1038/emm.2003.19
[40]. https://www.thepharmajournal.com/archives/2015/vol4issue1/PartA/3-12-18-483.pdf
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